
Quiero dejar un pequeño homenaje al probablemente el primer juego que entro en los hogares que contenía fantasía y ciencia-ficción.

Los componentes, sencillos y fantasticos.
He visto que todavía venden el juego en las jugueterías, pero en la época que hablo (los 80’s colega), creó escuela, por su imaginería y sus magnificas ilustraciones que hacían soñar a cualquiera.

Cartas tipicas del juego.
Porque la mecánica del juego era más simple que las galletas, básicamente tenias que avanzar hasta el oráculo (que siempre estaba en el mismo sitio) y eliminar tres enemigos al azar, podían ser monstruos (se mataban con el hacha), edificios malignos (se mataban con la espada) o eventos meteorológicos malignos… (Se destruían con el amuleto de la suerte, no preguntes porque, era así y punto) Para realizar todo esto había cartas que te daban al sacar impares, al igual que el jugador que hacía de malvado, también tenía otras cartas (parecidos a eventos) para entorpecer a los héroes. Una vez cumplidas las tareas encomendadas podías ir a la isla del imperio Cobra para quitarle el amuleto al ídolo de la cobra y vencer antes que se acabese el tiempo.
Realmente a la segunda partida ya manejabas el juego con soltura. Y tal y como estaba hecho no permitía ningún tipo de estrategia ya que los objetivos (más bien que te aparecieran las cartas necesarias para vencerlos) y la distancia hasta ellos era la única dificultad que ofrecía el juego.

El mapa que nos hizo soñar.