Restricciones:No puedes usar los siguientes objetos:armas a 2 manos que sean cuerpo a cuerpo. Coraza. Capa protectora. Yelmo. Armas de fuego. Muñequeras mágicas.
añadiría armas contundentes. añadiría la cota de malla y no le restringiría la capa protectora[/u- También añadiriría el casco[/bYo si que le permitiría gastar armas de fuego es un pirata!!!
a mi me surge la duda del látigo... a ver. se supone ke puede atacar a 2 cuadros de distancia...pero tambien a 1 (pegado al enemigo), no?. y aparte... habría carta de esa arma? coste, sólo utilizable por el traficante....etc o sólo vendría reflejado en la tarjeta del héroe.
Pues la verdad es que no sabría que hacerle, como ya he dicho no lo pensé en principio como un héroe en serio.... ahora que esto esta tomando otro caliz.......... pues no estoy seguro.... nuestro amigo Felix Jaeger sedguro que tiene la respuesta.
Yoooo?? Es tu héroe, era tu broma, ahora sal tu solo del embrollo
y por último, un punto a favor de que se haga oficial el maestro de la espada, creo que es un héroe curioso y equilibrado, opino que de entre los 18 héroes que hay oficiales hay héroes mucho más descompensados que este.
Cita de: fenix en Octubre 22, 2008, 04:55:02 pmy por último, un punto a favor de que se haga oficial el maestro de la espada, creo que es un héroe curioso y equilibrado, opino que de entre los 18 héroes que hay oficiales hay héroes mucho más descompensados que este.Jajajajaja!! Muchas gracias!! Pero creo que eso deberiamos comentarlo en su tema (así nos juntamos unos pocos y conseguimos que se haga oficial)
La gente se está emocionando en exceso con este héroe cuando el Explorador elfo de fenix es mucho mejor y más válido en todos los sentidos
si, gracias Darel, el explorador elfo a mi me gusta mucho más y entre varios lo hemos diferenciado bastante del tirador imperial como para sacar a los dos héroes.arriba el explorador/guerrero/arquero elfo y el maestro de la espada!!!!!!!!
arriba el explorador/guerrero/arquero elfo
es un traficante de esclavos y lo suyo es el látigo y golpear a las espaldas de los pobres que no obedezcan sus ordenes.