Sin duda. La serie de TV ha empezado a hacer como en los comics, es decir, a no tener consideración con los protas y eso me encanta. Lo que está claro es que ambos universos han empezado a diverger de maneras casi irreconciliables, las rutas argumentales tienen más diferencias que puntos en común, pero da igual, son magníficas las 2. Aunque al principio me ponía del lado de los puristas y clamaba al cielo preguntando ¿¡Qué habéis hecho!? Lo cierto es que me parece estupendo que nos ofrezcan 2 versiones de lo mismo, así no sé qué va a pasar en el siguiente capítulo de TV y eso es lo mejor.