¡Hola a todos!
Aunque llevo muchísimo tiempo siguiendo esta fantástica web que tan buenos ratos me ha hecho recordar, hasta hoy no me había decidido a registrarme. Pero todo llega, y creo que ya iba siendo hora de ser un poco más participativo. Así que aprovecho éste mi primer post para presentarme.
Vivo en Huelva, y me da a mí que soy de los más viejunos del lugar (42 tacos y para 43 ya mismo); pero claro, es que ya era universitario cuando jugué mi primera partida al HeroQuest... Vamos, que recuerdo perfectamente el anuncio en TV y quedarme prendado la primera vez que vi la caja.
Me hice con él en un supermercado Pryca en el año 91 (ya ha llovido desde entonces). ¡Era el día antes de un examen importantísimo! Llamé a un amiguete (en aquella época en que no existían los móviles fue una suerte encontrarlo en casa… o no, creo que el pobre estaba estudiando para el susodicho examen del día siguiente). Así que vino a casa y dijimos: “Bueno, mira qué buena pinta tiene, vamos a abrir la caja a ver de qué va la cosa y miramos las figuritas y los muebles, pero después nos ponemos a estudiar juntos, y esto lo dejamos para otro día”….. Resultado: Cuatro horas jugando (también se apuntó mi hermana) hasta las tantonas de la noche. Completamente alucinados con el dichoso jueguecito. Qué maravilla para nosotros, que veníamos del parchís y del monopoly. Al día siguiente, ambos con cara de sueño y suspensos, jajaja.
He de reconocer que a este juego le tengo un cariño especial. Mira que se ha quedado un pelín desfasado. Mira que tengo más de 30 juegos de todo pelaje. Mira que entre una vez y otra que abro la caja pueden pasar años. Pero oye: es desplegar el tablero de HeroQuest sobre la mesa, sin figuras ni muebles ni nada, no hace falta más, solamente el tablero. Y es pura magia. A día de hoy me sigue despertando emociones que no ha conseguido ningún otro juego. Cuando algo me emociona de forma tan intensa, lo llamo “efecto HeroQuest”. Bueno, aún me siguen alucinando de igual manera los librojuegos de La Búsqueda del Grial (J. H. Brennan) por parecidas razones, pero ésa es otra historia...
Años después mi hermana me pintó las minis como regalo de cumpleaños. Todavía queda más molón, imaginaos. Y muy de los 90 por la paleta de colores usó.
Y muchos más años después descubrí vuestra web… y vuestro reglamento revisado… al que por cierto le he hecho mi propia revisión, jajaja, pero no he podido evitarlo, soy así de metomentodo. Pero apenas son un par de retoques, la base sigue siendo la misma.
Ahora solamente tengo que encontrar nuevos jugadores que quieran aventurarse otra vez en los viejos retos. Es que la family no es friki para nada, qué le vamos a hacer. ¡Todavía tendré que currarme un modo solitario!
¡Encantado de conoceros!